miércoles, 14 de septiembre de 2011

Membrillo. Una fruta que llega en septiembre.

Estas son las tres formas de conserva de membrillo que he elaborado con la pequeña cosecha de este año. De izquierda a dcha, dulce, jarabe y jalea.


La jalea, no es más que el "jugo" de la fruta, de la que en esta ocasión desecharemos la pulpa, y que tiene una consistencia suave.



El dulce, puede ser elaborado con pulpa y piel, o bien pulpa solamente, eso va a gusto del consumidor.



El Jarabe, llamado miel, en la mayoría de los casos, es una jalea pero más líquida, con menos pectina.




Esta es la cosecha de este año, muy pequeña, pero suficiente para elaborar algunas conservas de las que disfrutaremos durante el invierno.




El membrillo es una fruta, la cual es imposible comer cruda por su acidez y aspereza, sin embargo es muy apropiada para elaborar dulce por su alto contenido en pectina, tanto en piel como en sus pepitas.. que hace que pronto coja la consistencia deseada.




Jarabe de menbrillo:


En dos litros de agua se echan dos k. de membrillos, lavados y cortados en cuatro partes sin pelar. Se cuece aproximadamente durante una hora y después se cuela el líquido dejando escurrir unas horas los membrillos que reservaremos para hacer dulce.


Se pesa el líquido obtenido que tendrá un llamativo color dorado, y se añade ese mismo peso de azúcar. Se deja cocer un tiempo... y ya está listo para envasar. Yo con los jarabes hago galletas, también se pueden añadir a postres, o mojar con ellos bizcochos.





Jalea:


La jalea se obtiene de igual manera que el jarabe, pero añadiendo más cantidad de fruta en la cocción para que coja una consistencia algo más espesa. Si con la pectina del membrillo no fuera suficiente se puede añadir un poco de pectina natural, que suele ser de manzana, pero muy poco es suficiente . Pero siempre colando el jugo obtenido de la cocción, y añadiendo su peso en azúcar ya que la principal característica de la jalea es que no lleva pulpa. Tiene una textura suave y agradable.. y también se puede utilizar para añadir a postres, en tostadas, con quesos... incluso para alguna guarnición de platos salados.


De tener que añadir pectina, hacerlo en el último momento disoviéndola bien, añadir también un poco de jugo de limón que ayudará a su conservación.



Dulce:

Una manera de hacerlo es aprovechando la fruta con que hemos hecho el jarabe o la jalea, le quitamos tan sólo las pepitas, y por cada k. de fruta añadimos unos 700 o 750 gr. de azúcar, dejandolo cocer hasta que espese lo suficiente. Esta manera es muy cómoda, no salta tanto como la manera tradicional y se hace en seguida.




Otra forma es pelar los membrillos y quitarles las pepitas, (o sin pelarlos, siempre es mejor) y dejarlos cocer en agua un tiempo hasta que ablanden, después se recuden y se pesan para saber la cantidad de azúcar que debemos añadir, es decir, 700 o 750 gr. por k. de fruta. Igualmente dejamos cocer hasta obtener una consistencia espesa.