Recomiendo este arbusto de rusticidad suficiente para soportar las inclemencias del invierno (al menos en Asturias) y la cercanía del mar, a todo aquel que quiera poner en su jardín un largo toque de color.
Contrastan con su fortaleza, sus aparentemente delicadas y pequeñas flores en tonos rosa sueve.
Por si esto fuera poco sus hojillas perennes desprenden un intenso aroma si las frotamos.