Entre el 2002 y el 2003 arreglamos la casa que había sido la vivienda familiar para venir a vivir aquí con mi pareja al sitio donde nací y en el que me crié y así disfrutar más de mi madre y de este entorno en el que todos nos sentíamos tan agusto. Ahora éramos tres para repartinos las tareas . Entonces nos dedicábamos al mantenimiento de la finca y la pequeña huerta.
En Diciembre de 2004 mi madre nos dejó para siempre.
En el siguiente septiembre plantamos los primeros ejemplares de lo que sería nuestro jardín, alrededor de otros que ella misma había dejado como la maravillosa Hierba Luisa, que es para mi la Reina, la higuera, que es el árbol más viejo y otras tantas que son la verdadera esencia del jardín. También había manzanos que había plantado mi hermano Toni y otros muchos árboles caducosy muy jóvenes que había plantado yo. El jardín fué en muchas ocasiones mi mejor herramienta. Trabajando en él, saqué muchas veces la fortaleza que necesité para la vida en esos momentos y pasó a ser, un hermoso motivo de ilusión.