Lo primero que hicimos fue crear un macizo de aromáticas y culinarias, delante de casa, a unos pasos de la cocina. Salvias, oréganos, tomillos, menta, melisa, lavandas...Por encima un estrecho pasillo de pequeñas piedras, todas ellas sacadas de la huerta.
Muy cerca , una zona de descanso. Un sitio resguardado del viento por un seto de lonicera
que mi madre había creado de esquejes, con mucha paciencia.
que mi madre había creado de esquejes, con mucha paciencia.