Karel Capek |
Aprovechando que hoy es el día
del libro os presento éste tan simpático que nos han regalado unos amigos.
Creo que el humor es proporcional a la cantidad de virus jardinil que uno lleve dentro,
y a lo identificado que te sientas con
algunas escenas que no tienen desperdicio.
Las ilustraciones también son muy simpaticas.
...al principio de la primavera, los jardineros se ven
irresistiblemente atraídos a sus jardines, apenas dejan
la cuchara, ya los tenemos en medio de sus arriates
dirigiendo sus traseros hacia el sublime firmamento;
aquí aplastan entre sus dedos un puñado de tierra,
allá cavan la tierra para poner más cerca de alguna raiz
un precioso trozo de viejo estiercol picado.
aquí arrancan hierbajos, allá quitan una piedra;
ahora rastrillan el suelo alrededor de las freseras
y dentro de un minuto se inclinarán sobre unos plantones
de ensalada con la nariz pegada al suelo y
haciendo cosquillas amorosamente a un débil manojo
de raicillas. En esta postura gozan de la primavera
mientras por encima de ellos el sol describe su
revolución gloriosa y los pájaros del cielo se abandonan al amor.
...el jardinero si llegara al jardín del Paraiso,
husmearía con aire extasiado y diría:
"¡Dios mío, esto sí que es humus!" Creo
que se olvidaría de comer los frutos del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal, más bien buscaría
el medio de birlarle a Dios un poco de humus del Paraiso....
...y ésta es mi preferida!! |
y la plegaria :
"Dios mío, haz que llueva todos los días,
más o menos desde medianoche hasta las tres
de la madrugada, pero que sea una
lluvia lenta y tibia, a fin de que la tierra
pueda empaparse bien de ella; que no llueva sobre
la lavanda y todas las demás plantas que
Tú sabes, en tu infinita bondad que son
plantas amigas de la sequedad; si Tú quieres
te escribiré la lista en un papel; y que el
sol brille durante todo el día, pero no en
todas partes, por ejemplo, no sobre
los rododentros y que no sea demasiado
ardiente; que haya mucho rocío y poco viento
una cantidad razonable de lombrices, pero
no pulgones ni babosas, ni moho, y que
una vez por semana, llueva jugo de estiércol
aguado y excremento de paloma. Amén!
Os lo recomiendo porque sé que a muchos os
va a hacer mucha gracia, porque como a
mi ya no hay vacuna que os
libre cada año de éste virus jardinil!!
Un abrazo y feliz día del libro!!