La piedra lleva muchos años en casa y el madero lo trajimos de la playa de los Quebrantos el año pasado después de una buena riada.
Ayer hemos colocado este
abrevadero para los
pajarinos. La primavera está tímida todavía, pero espero que cuando vengan los días de calor algún Petirrojo decida darse un baño en él. Lo estaré esperando para disfrutar del espectáculo.