Galium odoratum |
Cubrir los suelos con plantas rastreras para mi es uno de los objetivos a perseguir en el jardín.
No es sólo cuestión de estética, que también, pero eso depende más de los gustos de cada uno, a mi personalmente no me gustan los espacios pulcros que dejan ver una tierra limpia sin vegetación, aunque veces es inevitable cuando se crean espacios nuevos.
No siempre es fácil conseguirlo porque lo que aparentemente parece tan natural puede invadir otras plantas ahogándolas en su crecimiento, por eso hay que tener cuidado con las cobertoras que se eligen y vigilarlas un poco de cerca para, si fuera necesario, hacer pequeñas limpiezas a su alrededor.
El Galium odoratum es de crecimiento rápido, tiene un verdor precioso y una floración blanca y diminuta muy bonita, pero puede resultar invasor. Si elegimos para él un espacio amplio y algo sombrío irá de maravilla.
Mentha requienii |
así cuando se la pisa... puede desprender su fragancia. Es muy fácil de controlar porque su crecimiento es lento.
Soleirolia |
Soleirolia para ser pisada. |
Otra manera de cubrir suelos es con plantas, que sin ser cobertoras, crean un manto de sombra que oculta el suelo.
Cubrir los suelos es muy importante en el mantenimiento y vida de una jardín. Con ello se consigue,
además de un espacio más natural, crear pequeños hábitats que contribuyen a la proliferación de más biodiversidad, con lo que a sus vez se mejora la calidad del suelo y también ayuda a mantener la humedad evitando el calentamiento y la evaporación.
Aunque como os dije lleva tiempo acertar con las plantas utilizadas yo lo intento en cada espacio y si no puedo con plantas recurro a cortezas, como debajo de este Ceanothus. Por otro lado, cuando "jardineo" y me tropiezo con demasiadas piedras, las voy acumulando en montones bajo árboles y arbustos.. creando también una pequeña barrera a la evaporación y un nuevo "hotel" para algunos habitantes del jardín.